De tinta

Hace tres días aproximadamente, le dí a leer 20 de mis poemas a dos personas que consideré que saben de poesía, la primera es una maestra "Ziranda González" que imparte una clase que se llama "Crítica y creación literaria" y en donde principalmente se escribe poesía (porcierto nunca he asistido a una de sus clases, pero me llevo bien con ella).

El otro personaje se llama Osmar Sanchéz Alguilera, tomé una clase de literatura con él y me pareció un genio, pues a veces comparaba un escrito con otro y lo citaba de memoria, a veces de la nada recitaba un poema de Dario o un fragmento del Quijote. Un tipo extraordinariamente culto.

El caso es que me dijo que iba a leer mis poesía, pero que le diera al menos dos semanas, porque tenía que ir a Sevilla a presentar una ponencia sobre un poeta cubano y que tenía que escribir un artículo para una revista de Madrid. (En ese momento sentí como un balde de agua fria, porque no es fácil entregarle mis poemas a alguien como él). Cuando llegue a mi casa busqué su nombre en internet y me encontré con que Osmar Sanchez Aguilera es poeta, y además en una de las paginas donde se habla de él dicen cosas como:

" A Osmar Sánchez Aguilera lo conocí hace muchos años... pero a partir de entonces fue para mí una referencia respetable y recurrente no sólo en los medios universitarios, sino también en los ambientes poéticos"

"Ahora puedo decir con toda certeza que si un tipo estudioso y aplicado conozco en esta vida, ése es Osmar Sánchez Aguilera. "

Entonces entenderán lo inmenso que se tornó el balde de agua helada... Tanto que esa noche escribí lo siguiente:

De tinta

Muerdo el miedo, escribo
sangro tinta, suicidio
espero solo dos semanas, espero
agonía emplumada, desespero.

Escribo en el silencio
- palacio encerrado –
Buffet de cerdos, de tinta
egolatría, panal de perros.

Vomito el poema, verso
juego de palabras, miedos
-poema en sus manos –
casi catorce días espero.

DB. 21/Abril/06