El tiempo que quiero pasar a tu lado (Crónica).

Hacemos el amor y luego te quedas desnuda con tu olor de fresa y mango, desnuda frente a mis ojos. La luz que ilumina la habitación dibuja las más dulces formas sobre tu cuerpo y yo lo recorro todo con la mirada. Me coloco frente a ti, veo tus ojos cerrados como dos líneas infinitas y extraño tu boca, pero no la toco para no despertarte. Te cubro del frió con una sábana blanca y encuentro entonces tu cuerpo trazado sobre ellas frágil, silencioso, liviano.
Pasan un par de horas y empiezo a escribir este relato pensando en todos los días y sobre todo todas las noches que quiero pasar a tu lado.

DB. 7/abril/2006.