sábado, mayo 13, 2006

La tierra sin frontera

Este es el tercero de no se cuantos poemas dedicados a la frontera, a la situación que viven los inmigrantes legales e ilegales de mi país "del otro lado" en la tierra prometida que se llama Estado Unidos de América. A diferencia de los anteriores poemas que son simplemente una denuncia. Este es un grito que esperanza póetica que le permite al hombre ser dueño total del universo, de su propio universo.

La tierra sin frontera

Es necesario borrar fronteras
para caminar libres
por todo el mundo.

Si todo fuera como quitarlas
como dejarlas fuera, arrancarlas.
Sería fácil andar,
seríamos libres

Pero el muros sigue ahí, inmóvil
algunos lo brincan, lo traspasan, lo rompen
y entonces ya no existe
solo el camino de regreso, el miedo.

Entre pedazos de piedra, de acero
el río y el silencio
se oye un grito de voces
que no se entienden, muertos.

Si pudiéramos esconder bajo el río la barrera
y poner un puente verdadero
para que pasen todos, para extranjeros
existiríamos luego con otro nombre,
y en otro tiempo.

Y el hombre, el que pasa la frontera
el que deja a su familia, no viajaría nunca
pues no tendría que hacerlo
pues todo el suelo y todo el cielo
sería de él completo.

DB. 10/Mayo/06